por el P. Julio Meinvielle ***
“El comunismo
penetrando en un pueblo como una ideología, no se detiene. Disgrega, disocia,
divide a las fuerzas sociales, lucha por la toma del poder. Cuando se ha
sembrado la división y la anarquía social, el comunismo, con un golpe
definitivo, se apodera del gobierno y somete a la sociedad a una gran purga
transformadora, creando al hombre nuevo comunista, que es un hombre destrozado,
sólo útil para ser manejado como un animal de carga.
Aquí radica la
perversión del marxismo. Que, al pervertir el fin de la existencia humana,
asignándole un fin diametralmente opuesto al que le ha asignado el Creador,
pervierte todo el hombre, todas las relaciones sociales y crea una civilización
destructiva del hombre. El hombre total comunista es un hombre degradado y
mutilado, que apenas se mantiene por el terror.
Por ello es
necesario y urgente que el hombre vuelva a la civilización cristiana y que dé
el primer lugar a los valores de la
Iglesia , de Cristo y de Dios.”
*** “El
comunismo en la Revolución
Anticristiana ”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estimados lectores: No estoy obligado a responder, pero haré el esfuerzo a la brevedad.