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domingo, noviembre 8

Se espera la salvación por el sufragio universal.

Se espera la salvación por el sufragio universal,
porque habiendo perdido la fe, 
créese que un mal árbol puede dar buenos frutos



"Josef Florian me envía copia de una carta del obispo de Brünn, al clero de su diócesis, en ocasión de las elecciones. 

Todos los lugares comunes estúpidos y sofísticos sobre el deber de votar. 

Sólo una cosa tengo que decir, y la misma siempre:

- Se espera la salvación por el sufragio universal, porque habiendo perdido la fe, créese que un mal árbol puede dar buenos frutos. Por supuesto, el sufragio universal es un árbol de muerte y de desesperación. El mal apóstol se ahorcó en él. El sufragio universal no es un mal accidental, sino un mal absoluto.

El voto familiar, propuesto últimamente, parece una idea justa, puesto que por ese medio se reconstruiría la familia. Pero, para ello, sería menester abolir previamente el divorcio. Hoy nada es posible. Parece que Dios hubiese abandonado esta sociedad miserable."

León Bloy, Diario, abril 23 de 1906

domingo, enero 25

El pan, el agua y el aire mismo están inficionados...



Yo obedezco la constitución nacional y no pienso en cambiarla; pero los mismos que la hicieron dijeron que, si la cosa valía la pena, se podía pensar en cambiarla, y son justamente los cansados de atropellarla los que sostienen que no es lícito legalmente soñar en tocarla. Se parecen a los que tienen manceba y protestan contra el Matrimonio. Que venga un señor que niega la autoridad de la Sacrosanta Tradición en la Iglesia a imponerme como dogma intocable una supuesta Tradición Liberal Argentina que nadie ha visto por ningún lado pero a él le viene de perlas por esta razón o la otra: muchas gracias, todavía no he perdido, a Dios gracias, las entendederas. Lo malo es que en el tren que vamos, acabaré por perderlas como cualquier lector de pasquines. El pan, el agua y el aire mismo están inficionados, el sol está nublado, y sólo la noche nos vale, clavada de frías y lejanas estrellas. La silente noche llena de vigilias y suspiros de los pocos varones que quedan por la Patria.”

Castellani, L.: Seis ensayos y tres cartas, Sobre la democracia, p. 48.

martes, abril 12

El Fanatismo.



“¿Qué es el fanatismo? El fanatismo consiste en poner arriba de todo los valores religiosos –lo cuál está bien- y después suprimir o despreciar todos los otros valores, lo cuál está mal. Los valores religiosos son ciertamente los más altos de todos, son la cúspide; la cúspide tiene que estar sustentada por la falda. Si Ud. se sube a la cúspide y después retira la falda, se cae Ud. y la cúspide; y ésta deja de ser cúspide. El fanático es muy religioso o cree serlo; pero da en despreciar todo el resto, la ciencia, el arte, la nobleza e incluso las virtudes naturales, el talento, el genio, el espíritu de empresa. Su religión se desboca, como si dijéramos. Hay religiosos que son buenos religiosos (o lo creen) y desprecian a medio mundo; desprecian, por ejemplo, a las otras Órdenes religiosas o a los casados, desprecian el Matrimonio. Son fanáticos.”

Padre Leonardo Castellani

“El fanatismo es la incapacidad de concebir seriamente la alternativa de una proposición. No tiene nada que ver con la creencia en la proposición misma. Un hombre puede estar suficientemente seguro de algo cómo para dejarse quemar por ello, o para dar guerra a todo el mundo, y sin embargo no estar ni un milímetro más cerca de ser fanático.  Es fanático solamente cuando no puede comprender que su dogma es un dogma, aunque sea verdad. No es fanatismo –por ejemplo- tratar al Corán como sobrenatural. Pero es fanatismo tratar al Corán como natural, como evidente para cualquiera y común a todos”.

“La verdadera liberalidad, en resumen, consiste en ser capaz de imaginarse al enemigo. El hombre libre no es aquél que piensa que todas las opiniones son igualmente verdaderas o falsas: eso no es libertad, sino debilidad mental. El hombre libre es aquél que ve los errores con la misma claridad con que ve la verdad”.

“El fanatismo es la incapacidad de una mente para imaginarse otra mente. El fanático está entre los más pobres de los hijos de los hombres. Tiene un solo universo. Todos, por cierto, deben ver un cosmos como el verdadero; pero él no puede ver ningún otro cosmos, ni siquiera como una hipótesis”.

G. K. Chesterton

Tomado de: CASTELLANI, Leonardo: Domingueras Prédicas, Tomo I, Sermón para el Domingo I de Pasión.

sábado, noviembre 20

A 165 años de la Vuelta de Obligado.


… los interventores habrán visto…, que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que abrir la boca…


Gral. José de San Martín

10 de mayo de 1846





Vamos a asistir a uno de los más bellos y heroicos hechos de nuestra historia.


La escuadra aliada va a subir por el Paraná. Rosas, que lo tiene previsto, ha venido preparándose para obstruir el paso. Dirigirá la defensa el General Lucio Mansilla, a quien Rosas le viene dando instrucciones. En su carácter de comandante interino del departamento del Norte, ha formado un pequeño ejército con gente de la comarca. Ha instalado baterías en las barrancas de Obligado. Algunas están a veinte metros de altura sobre el río. De orilla a orilla del Paraná, que allí tiene un ancho de ochocientos metros, han anclado los cascos de veinticuatro pontones que sostienen tres gruesas cadenas. Banderas argentinas sobre los pontones y dos mil quinientos soldados en las barrancas. Ha construido parapetos de barro, anchos de más de dos metros, para defender a las treinta y cinco piezas de artillería y ocultarlas. Hay mucho patriotismo y pocas municiones.


Es el 20 de noviembre. Los grandes barcos de la “misión de paz” se acercan. Las dos márgenes aparecen llenas de hombres vestidos de colorado. Son las nueve y media de la mañana. Himno Nacional. ¡Oíd mortales el grito sagrado! Un unánime y ardiente “¡Viva la patria!” lo termina. Tambores argentinos resuenan en la mañana de oro. ¡Fuego contra los infames agresores! De la parte de los patriotas salen proyectiles macizos, balas de las metrallas, cohetes a la Congreve. Pero los enemigos tienen ochenta y ocho cañones, todos de gran calibre. Y pasa la mañana en medio de la lucha heroica. Mansilla la dirige. A las cinco de la tarde termina el combate. Los buques extranjeros han logrado abrirse paso. Sus marineros y soldados desembarcan. Mansilla dirige personalmente una carga a la bayoneta para defender las baterías. Han muerto ciento cincuenta argentinos y han sido heridos noventa. Han caído también algunas mujeres que atendían los heridos. Un diario montevideano, sin embargo, declara que “nunca, desde la paz napoleónica, hallaron franceses e ingleses tan heroica resistencia”. Toda la América admira el coraje y el patriotismo de los hombres de Rosas. La figura americana del Restaurador se agiganta. ¿Ha sido suya la idea de ponerle cadenas al río? Así nos autoriza a creerlo la carta que el jefe del puerto de Buenos Aires le escribe a Oribe por orden de Rosas, en la que le anuncia el cierre del Paraná. De cualquier modo, él no lo ha hecho con la esperanza del triunfo, sino como una afirmación simbólica del cierre de los ríos, como una afirmación de nuestro tenaz empeño de resistir hasta la muerte, de ser independientes y libres.


A todo esto se preguntará: ¿y los Estados Unidos?, ¿y la doctrina Monroe? Los Estados Unidos, por estos días, están ocupados en robarle a Méjico el inmenso territorio de Tejas...



* [Manuel Gálvez: Vida de Don Juan Manuel de Rosas, Cap. XIX, 6.]





jueves, septiembre 16

Buena definición de nuestro sistema educativo.


“Nuestra enseñanza, tan orgullosa de la muchedumbre de sus programas, cambiados por cada ministro, se equivoca. En el fondo, no hay más que un solo programa, fabricado en el infierno en colaboración entre Sarmiento, Maquiavelo y lord Jorge Canning. El programa sintético y definitivo es “impedir que el argentino pueda pensar”.


Padre Leonardo Castellani (año 1953...) *


* “Las Ideas de mi Tío el Cura”, Bs. As., Excalibur, 1984, p. 229.