Datos de contacto.

Envíame tus comentarios o colaboraciones. Escríbeme un correo: renegau.renegau@gmail.com

domingo, enero 25

El pan, el agua y el aire mismo están inficionados...



Yo obedezco la constitución nacional y no pienso en cambiarla; pero los mismos que la hicieron dijeron que, si la cosa valía la pena, se podía pensar en cambiarla, y son justamente los cansados de atropellarla los que sostienen que no es lícito legalmente soñar en tocarla. Se parecen a los que tienen manceba y protestan contra el Matrimonio. Que venga un señor que niega la autoridad de la Sacrosanta Tradición en la Iglesia a imponerme como dogma intocable una supuesta Tradición Liberal Argentina que nadie ha visto por ningún lado pero a él le viene de perlas por esta razón o la otra: muchas gracias, todavía no he perdido, a Dios gracias, las entendederas. Lo malo es que en el tren que vamos, acabaré por perderlas como cualquier lector de pasquines. El pan, el agua y el aire mismo están inficionados, el sol está nublado, y sólo la noche nos vale, clavada de frías y lejanas estrellas. La silente noche llena de vigilias y suspiros de los pocos varones que quedan por la Patria.”

Castellani, L.: Seis ensayos y tres cartas, Sobre la democracia, p. 48.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estimados lectores: No estoy obligado a responder, pero haré el esfuerzo a la brevedad.